viernes, 10 de septiembre de 2010

-Mi madre es una buena soldado, la clase de soldado que yo siempre he intenado ser.
-Que eres.
-Los buenos soldados no renuncian al la causa por amor.
-Si la causa no es amor, no merece la pena renunciar.
Lucas me sonrio con tristeza
-Tú mereces la pena, eso lo sé. Incluso cuando metes la pata. Porque dios sabe que yo tambien la meto.
Quise abrazarle pero sentí que no era el momento. Es preciso que los demonios internos con los que Lucas estaba lideando salieran a la superficie.

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